El incremento permite avanzar en el objetivo del Gobierno de que el salario mínimo alcance el 60% del salario medio antes de que finalice la legislatura.
El incremento cuenta con el acuerdo de las organizaciones sindicales CCOO y UGT pero ha sido duramente criticado por la patronal que lo ve exagerado en la situación actual y considera que puede reducir la creación de nuevos empleos en los trabajos de menor remuneración.
El SMI queda, en virtud de esta norma, fijado en 1.000 euros mensuales distribuidos en catorce pagas, lo que implica una retribución salarial de 33,33 euros al día con carácter general.
Los trabajadores y trabajadoras eventuales y temporeras cuyos servicios no superen los 120 días en la misma empresa percibirán un mínimo de 47,36 euros por jornada legal. Las empleadas y empleados de hogar deberán percibir un mínimo de 7,82 euros brutos por cada hora efectivamente trabajada.